Killing Me Softly

Una razón para no verla es que no tiene nada que ver con la preciosa canción que interpretaba Roberta Flack y una para sí verla es la belleza de las dos protagonistas, la hermosa rubia de Wiscoinsin, Heather Graham y la bella británica, muy parecida a la joven Meryl Streep (al menos en esta película) Natasha Mc Elhone, que lamentablemente no se desnuda, como si lo hace Joseph Fiennes. Un trio de bellezas para todos los gustos y orientaciones eróticas.

La película es del tipo para que le buscas tres pies al gato sabiendo que tiene cuatro, o este sexo es demasiado perfecto para ser cierto, lo que, es cierto, tiene mucho que ver con la naturaleza humana.

Sin ser demasiado buena, la película está bien, entretiene y permite atisbar las intimidades de celebridades desnudas, lo que suele ser una afición bastante generalizada.

En la bitácora electrónica Los Ladrones de Palomitas la describieron así

Killing Me Softly no pasaría de ser un thriller más ó menos entretenido, sino fuera por la incontestable carga sensual que traslada al espectador. Un guión eficiente esgrimido por Kara Lindstrom faculta al realizador chino Chen Kaige (autor de la magnífica Adiós a mi concubina) para materializar en imágenes la novela homónima del escritor de Bristol, Sean French.

De acuerdo con la descripción y no teniendo más que decir le dejamos una imagen y dejamos a su criterio verla en casa preferentemente si tiene una pareja alivianada y no se fija demasiado en que la estrella tiene un seno más grande que el otro.

(Otras películas notables de Fiennes son Shakespeare enamorado, Lutero y Elízabeth, la Reyna Virgen: a Heather Graham la puede ver, vestida,  en Austin Power y ¿Que paso ayer?, mientras que Natasha es la inspiración del protagonista en The Truman Show, donde no se la parece tanto a Meryl Streep joven pero le da un aire)  Varias de estas películas, figuran en el catálogo de Netflix.