Karate Kid
Hace unos días les reclamaba a mis jóvenes hijos porque teniendo para escoger docenas de canales de películas, estaban viendo por vigésima vez Karate Kid. Cinco minutos después era yo quien me dejaba hipnotizar por la pantalla, indignándome por los abusos de unos grandulones y emocionándome al anticipar todo el karate que iba a aprender Ralph Macchio gracias a su disciplina para encerar coches y pulir pisos de madera. Con 48 años, igual que cuando tenía 24, me volvi a enamorar de Elizabeth Shue; hice estimaciones sobre que tan real podía ser la patada de la grulla y para mi fuero interno grité "el amarillo, el amarillo" cuando el Señor Miyagi recompensó con un convertible a Daniel Laruso por su gran esfuerzo. Al Karate Kid se le sucedieron el II, el III y The Next Karate Kid, con una antipática Hillary Swank que nos robaría el corazón hasta cambiar la cinta por los guantes en Million Dollar Bayby dirigida por Clint Eastwood. Karate Kid (1984) es una película sobre el crecim