Un Puente Demasiado Lejos, A Bridge too Far, o de cuando al US ARMY le quedaba un poco de honor


¿Se imagina una película? en la que converjan actores como Michel Caine (Alfie, Hanna y sus Hermanas) Ryan O Neale (Barry Lindon, Love Story) Sean Connery (Varias veces agente 007, Indiana Jones, Los Intocables, El Nombre de la Rosa) Anthony Hopkins (Hannibal, en El Silencio de los Inocentes) Lawrence Olivier (Hamlet) Dirk Bogarde (Muerte en Venecia) Robert Redford (Una Propuesta Indecorosa) Gene Hackman (Contacto en Francia) Elliot Gould (Mash) James Caan (El Padrino, Roller Ball) y Liv Ullman (El Huevo de la Serpiente)


Si usted cree que este equipo ha ganado algunos de los principales premios cinematográficos del Siglo XX, aquí se lo confirmamos. Ahora imagínelos dirigidos por Sir Richard Attenborough cinco años antes de producir y dirigir Gandhi y 15 años antes de Chaplin.


Pero además imagine una película dirigida por un inglés en la que los aliados no son precisamente los más listos, ni los nazis los más sanguinarios.


Sin llegar a los extremos de impudicia, sadismo, rapiña y deshonor a la que habrían de llegar en las guerras de Irak y Afganistan, Un Puente Demasiado Lejos (A Bridge Too Far) también nos hace ver lo que sucede cuando en dos ejercitos aliados menosprecian la capacidad de los contrarios y como el heroismo suele ser producto de la desesperación.

En A Bridge Too Far, existen médicos que se niegan a revisar heridos, imbéciles que le entregan a los enemigos todos los detalles de los planes de combate, estrategas que en plena Guerra Mundial dotan a sus soldados de lanchas con tecnología equivalente a la de la Guerra de Independencia de Estados Unidos en el Siglo XVIII.

Y esto ocurría cuando los ejércitos extranjeros todavía eran considerados como "de Liberación" y no mercenarios al servicio de corporativos que hacen de la guerra un negocio de sangre.

A finales de la década del setenta, todavía era fácil encontrarse con largometrajes de más de tres horas de duración en los que el intermedio estaba plenamente justificado.

Un Puente Demasiado Lejos es una película que tal vez no sea fácil de encontrar en la sección de clásicos de los videoclubes, pero si la haya encontrará una buena razón para justificar estos negocios que cada vez tienen más dificultades para sobrevivir a la piratería.

Una superproducción de esta magnitud, vista en casa, le representará una inversión de poco más de tres horas de su tiempo libre, de manera que la disfrutará mejor si cuenta con un equipo avanzado y no hay parientes pequeños o visitas inesperadas en casa.

Director:Richard Attenborough
Escritores:Cornelius Ryan (Libro)William Goldman (Guión)
Música Original: John Addison
Fotografía:Geoffrey Unsworth
Estreno Original: Junio de 1977



Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Quiénes son los clientes de la industria del cine?

Una Última y nos Vamos

Las películas de Juan Gabriel