Rocky I, II, III, IV, V y VI ó Rocky Balboa




















Cuando te sientas deprimido, indeciso, sin esperanzas y peor aún, sin saber que película adquirir para desaparecer ese fastidio implacable, no te preocupes, siempre estará Rocky para recordarnos que lo importante no es ganar, sino hacer todo lo posible para que las cosas cambien.

Y no importa si parece que tienes alguna discapacidad grave, aunque tu único problema sea de dicción; si en tu barrio no existen oportunidades o tus estudios solo te permiten contratarte para actividades manuales cuando desearías emplearte en una oficina, siempre hay algo que puedes hacer que te distinga de los demás, solo hay que encontrar que es ese “algo”.

Es más, a lo mejor en este momento no existe absolutamente nada que te haga especial, pero sí hay algo que te gustaría hacer, como desquitar tu frustración en una pera de boxeo. ¿No tienes para el gimnasio? Tal vez tu carnicero local quiera que le ayudes a ablandar las costillas de la res en canal.

¿Qué no hay nadie al que le pueda ir tan mal? Entonces vas a disfrutar más de las seis películas de Rocky, sobre todo de las dos primeras y de la sexta.

Lo mejor es que la historia es más creíble por las circunstancias antecedentes a su realización. Silvester Gardenzio Stallone verdaderamente se creó en el barrio neoyorquino conocido como La Cocina del Diablo y los únicos papeles que podía conseguir en películas serias eran de golpeador callejero, como ocurrió en Bananas, (La Locura está de Moda, Allen ’71)

Parte de la leyenda es que para sobrevivir filmó películas pornográficas, lo que no resultaba un antecedente muy recomendable cuando aseguró haber escrito una película que también pretendía actuar y dirigir: Rocky.

A pesar de todo se las ingenió para contar con el apoyo de uno de los mejores directores de películas motivacionales, John G. Avildsen (Karate Kid); la actuación de un personaje muy querido, el pingüino de la serie Batman, Burgués Meredith y una historia que por fuerza entusiasma a las personas, la de un hombre que no tiene nada y de pronto puede acceder a todo lo esencial, un romance, una casa y un automóvil.

Las escenas de Rocky son verdaderamente antológicas en la historia del Cine, incluso si uno ya vio las películas se comparte la adrenalina derrochada en 1979, cuando docenas de niños siguen al líder en la vigorosa carrera de Rocky II.

La Franquicia continúa con la pelea de Rocky Balboa, contra un asesino del ring interpretado por Mr T en 1982; estuvo a punto de convertirse en un discurso patriotero cuando se enfrenta al ruso Iván Drago en Rocky IV, de 1985, pero afortunadamente Stallone no es Swarzeneger y salió muy bien librado.

En 1990, con Balboa retirado y en papel de entrenador en Rocky V, la serie parecía haber llegado a su fin; pero 16 años después Silvester Stallone recordó que las cosas y la vida no se acaban... hasta que se acaban y decidió regalarnos una historia con la premisa fundamental de la zaga: lo importante no es ganar, sino persistir. Rocky Balboa, donde se interrumpió la costumbre de seriarlas con números romanos.

Por otra parte y si recordamos que los supervivientes de la época dorada del boxeo eran superdotados que sostenían encuentros de 15 asaltos, pues no es tan descabellado que un atleta que corre en la nieve y levanta troncos pueda desafiar a un pugilista de nueva generación.

No tengo duda, y la mayoría de aficionados al Cine estamos de acuerdo, si solo puede elegir entre películas que ya vio o nada nuevo le tiene plenamente convencido, elija alguno de los Rocky, levante el ánimo y convénzase de que si lo deseamos, todos podemos tener algo más de 15 minutos de fama, como lo demostró el señor Gardenzio Stallone a lo largo de treinta años de “Rockyes”

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