Eyes Wide Shut. Ojos Bien Cerrados
¿Por que no puede ser ella la que se rinda a la seducción?
Aquí las condiciones para la infidelidad son tan inflamables como una estopa empapada en gasolina. Finalmente el matrimonio de los Harford está situado en la base de una pirámide de políticos y magnates; de personas que pueden comprarlo todo, desde inconmensurables mansiones hasta destacados músicos pasando por depravadas modelos y drogas de efectos contrarios como la heroína y la cocaína.
En la última película del director de 2001, Odisea del Espacio; Naranja Mecánica, El Resplandor, Full Metal Jacket; y Espartaco, actuó por última vez como matrimonio el integrado por Tom Cruise y Nicole Kidman.
Los costos y el tiempo de la película se elevaron tanto que algunos de los actores originales abandonaron el proyecto. Esto trajo al reparto a Sidney Pollack, quien resulta muy convincente en el papel de un hombre que no le hace ascos a todo lo que el dinero puede comprar; pero que está en el lugar preciso para evitar que una aventura se convierta en tragedia.
Kubrick no consiguió lo que iba a lograr Ang Lee en Lust and Caution (Traición y Lujuria 2007) Esto es, una película con toda la crudeza del sexo y con un argumento que lo justifica plenamente. En el caso de la película de Kubrick hubo que aceptar imágenes digitales para cubrir un poco los detalles de la orgía. Esto evitó que se la restringiera a los cines que en 1999, año de su estreno, se limitaban a la proyección de películas triple equis.
A pesar de ello quedó para la historia una película de culto: por la apostura de Tom Cruise, la belleza del Requiem de Mozart, la armonía de los instrumentos musicales de Strangers in the Night, la profundidad de los espacios fotografiados por Larry Smith, la plenitud de la belleza corporal de Nicole Kidman y, sobre todo, el momento prometedor, romántico en el que una palabra tan poco elegante es el definitivo final felíz... al menos para ese punto final.
No deja de ser revelador del porque esos ojos masculinos están aprisionados, si se detiene uno a reflexionar en este diálogo al inicio de la película.
- ¿Cómo luzco?
- Perfecta
-¿Está bien mi cabello?
- ¡Está grandioso!
- ¡ Si tu ni siquiera lo has mirado!
- Es bello ¡Tu siempre luces bella!
¿Será que para constatar el amor no le bastan a una mujer las palabras? reflexiona este cronista en el inevitable papel de siquiatra al que nos obliga el análisis del comportamiento de los personajes de Ojos Ampliamente Aprisionados
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