El Recuento, Recount

Por Ramsés Ancira

Es una de las películas de suspenso mejor logradas a pesar de que el desenlace es conocido por casi todos; es la historia de una contienda política que ni siquiera fue realizada para su exhibición en la pantalla grande, sino directamente para la televisión: ¿Que es lo que la hace entonces tan interesante e imprescindible? quizá precisamente lo que pasó después. El ataque a las torres gemelas de Nueva York y otras aledañas que también se cayeron nada más del susto, la muerte de más de un millón de personas en Irak, la destrucción parcial de una de las culturas más antiguas del planeta, la peor crisis financiera de la historia. Todo, todo eso pudo haberse evitado de haber prosperado El Recuento.

Y es que como ocurrió en el 2006 en México, la diferencia que separaba a George W. Bush de Al Gore en el año 2000 era tan mínima que había que contar cada voto. Así lo decidió la máxima autoridad judicial de Florida, luego de que un grupo de porros contratados y transportados en avión por la empresa defraudadora Enron había logrado retrasar un primer recuento que pudo cambiar la historia.

El entusiasmo por El Recuento no es exclusivo del autor de estas líneas, esta respaldado por el premio a la mejor edición para una película que no fue producida para televisión abierta. Lo ganó Alan Baumgarten y le fue concedido nada menos que por sus pares de la Asociación Americana de Editores. También obtuvo el Globo de Oro por la actuación de Laura Dern y al menos 18 galardones más, concedidos por diversos especialistas.

La forma en que Baumgarten nos translada de los cuarteles demócratas a los republicanos y de ahí a las calles donde grupos de ciudadanos y de porros, apoyan a los primeros o a los segundos, nos hace interiorizarnos en procedimientos jurídicos que deberían ser complejos pero que entenderemos a la perfección.

Por más esfuerzos de objetividad de los creadores de esta película, el espectador no podrá menos que sacar sus propias conclusiones cuando vemos como la funcionaria de Estado Katharine Harris (extraodinariamente interpretada por Laura Dern, mostrándonos el debate interno entre la ética y el pragmatismo) es recompensada con un escaño por avalar la nulidad de votos de 20 mil estadounidenses, la mayoría afroamericanos, acusándolos de que debieron estar suspendidos en sus derechos políticos.

Quien no haya podido estar en México en un Comité Distrital, presenciando los abusos que se cometen contra los partidos nuevos, podrá darse idea de lo que ocurre cuando observe como los Republicanos objetan todos los votos que no les convienen con argumentos tan estúpidos como que se rompió la esquina de una boleta, o que la gente que quizo marcar un cuadro, sino que en realidad lo hizo en otro porque metió mal una tarjeta.

Algo muy similar ocurre en México cuando se dobla una boleta y la marca del crayón de cera deja huella en la cara de enfrente. Si el voto era en favor de un partido pequeño, pero deja su fantasma en un partido grande, se anula. Por el contrario si el voto es azul o tricolor, pero se excede del cuadro o deja marca en otro instituto político entonces generalmente se da por bueno en caso de controversia.

La actuación de Kevin Spacey como un abogado al que ni siquiera le cae bien Al Gore, pero que se obsesionará por la justicia electoral; la de Tom Wilkinson, como un ex-demócrata que ahora trabaja para los republicanos por una deuda moral con George Bush padre y la de Ed Begley como la de un hombre que sobrepone la ética a sus propios intereses, más la inserción de imágenes reales de los contendientes George W. Bush, Al Gore y de noticieros de la época complementan esta obra al filo del documental y la dramatización.

Recuento, dirigida por Jay Roach, fue realizada para la cadena de cable HBO y en México solo puede verse a traves de los sistemas de paga, siendo el más barato el paquete plus de MVS. Si tiene oportunidad de verla en televisión o la encuentra en alguno puesto de DVD y le emociona la justicia o quiere saber como estuvo a punto de evitarse casi una década de guerras y muertes, no deje de hacerlo.


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