Vals con Bashir

Dado que James Cameron puso en el lenguaje cinematográfico la palabra Avatar para describir a la representación de una persona, es indispensable que todo aficionado al Cine vea la mejor y más completa película que se haya realizado en la historia con este recurso, Vals con Bashir del cineasta israelí Ari Folman.

El genocidio cometido en contra de al menos 3 mil niños, mujeres y ancianos en los campamentos libaneses de Sabra y Chatila es icono para representar uno de los momentos más relevantes de la indignidad humana en el Siglo XX.

Muchos seres humanos, que por comisión u omisión fueron responsables de estos asesinatos contra personas indefensas, no pudieron aguantar el peso de la culpa y bloquearon sus recuerdos; uno de estos seres es Folman, quien junto con otros ocho personajes transformados en avatares hizo una reconstrucción de este pasaje de la historia a partir de memorias individuales, algunas de las cuales habían estado borradas.

Gustavo Doré, artista francés del Siglo XIX que ilustró el infierno, podría ser referente de lo hecho por Folman con las técnicas de animación del Siglo XXI, mientras que la iraní Marjane Satrapi y su Persépolis serían el antecedente de una película en la que personajes de la vida real son animados para contar una historia cinematográfica.

Sobre su obra Folman describió: La búsqueda de recuerdos traumáticos enterrados en la memoria es una forma de terapia. La terapia duró lo que la producción de la película, cuatro años. Durante este tiempo, pasaba de la depresión más absoluta, fruto de los recuerdos que me volvían a la memoria, a la euforia más desbordante por hacer una película de animación innovadora, que iba mucho más rápido de lo que había esperado. Si fuera un loco de la psicoterapia, diría que realizar la película me ha transformado profundamente.

Vals con Bashir ganó el Globo de Oro a la mejor película extranjera en 2009; el premio de la Academia de Cine Israelí y el Cesar francés a la mejor película extranjera