The Truman Show



Situada entre las 250 mejores películas en la Historia del Cine, de acuerdo a Internet Movies Database, The Truman Show debe este mérito, en nuestra opinión, primero al guión de Andrew Nicol, en segundo lugar a la dirección de Peter Weir y luego a las estupendas actuaciones de Jim Carrey y Ed Harris.

A Nicol, guionista neozelandés le debemos otros clásicos del cine como La Terminal (Steven Spielberg, con Tom Hanks en 2004) Gattaca, (dirigida por el mismo, con Uma Thuman e Ethan Hauke) y Lord of War (Un hombre peligroso, con Nicolas Cage, en 2005)

Por su parte Peter Weir, director austaliano, fue conocido en México a partir de Gallipoli (1979) cinta en la que dio a conocer a Mel Gibson y en la que cual hizo una crítica inteligente a la estupidez de la guerra. Weir continuó reflexionando sobre el autoritarismo en La Sociedad de los Poetas Muertos (1989) pero antes ya nos había regalado otra joya sobre la búsqueda de la libertad en El Año en que vivimos en Peligro, de 1983, otra vez con Mel Gibson, acompañado por Linda Hunt y Sigurney Weaver,

The Truman Show anticipó la televisión livestream o de tiempo real que empieza a tomar fuerza en la segunda década del siglo XXI. La película inicia y termina como un falso documental y le da al espectador el placer de ir adentrándose en la trama sin nada previsible.

The Truman Show, es crítica inteligente y todas las escenas ayudan a reforzar el interés. El voyeurismo es algo que compartimos con el señor que ve la televisión desde la tina donde toma un baño, la pareja de policias obligada a monitorear las pantallas en un centro comercial o las meseras de un restaurante.

Todos ellos también están de alguna manera presos y comparten con nosotros, los espectadores de la película, quienes  también somos protagonistas, el deseo de libertad.  Esto enriquecerá la experiencia de ver The Truman Show, porque de lo que suceda con el personaje interpretado por Carrey podría depender la decisión que los televidentes o teleinternautas  tomemos sobre nuestras propias vidas.

Interactividad es la clave de su éxito cinematográfico.


Es sobre todo una reflexión sobre el ser alineados o buscar un camino de libertad y seguramente muchos nos sentiremos identificados y nos hará pensar como en muchos momentos de nuestras vidas parecemos seguir el guión que nos traza el destino, aunque no seamos protagonistas de un espectáculo de televisión.

De hecho la trama que plantean Ed Harris y Jim Carrey es común en varias películas de este último que plantean dilemas filosóficos como la necesidad de mentir, Liar, Liar o Mentiroso Mentiroso, de 1997 o la posibilidad de ser todo poderoso ¡Si Señor! 2008
El rol de Christof interpretado por Ed Harris es realmente uno de los más memorables y la luna artificial que es el centro de operaciones desde donde se dirigue el show de Truman, una de las escenografías mas interesantes en la historia del cine.

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