Demian Bichir Vs Charles Chaplin

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Ramón Ojeda Mestre

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Tuve oportunidad de discutir con Juan José Bravo Monroy, el comentarista de Radio Mil en Baja California Sur, la entrevista que le hizo a José José y platicarlo con Guillermo Salas quien funge como dueño de ese medio. La vida azarosa de José José, me hizo recordar el drama del genial Chaplin, toute proportion gardée.


Lo acusaron de todo en su tormentosa vida. Sufrió lo inimaginable. Ni siquiera un niño pobre de la zona oriente del Edomex, pasó lo que Charles Spencer Chaplin, quien nació en un campamento de gitanos en Inglaterra, hijo de un músico judío alcohólico y de una madre que tuvo que ser internada en un hospital siquiátrico. Al poco cayó en un espantoso orfanatorio del siglo XIX, pasó hambre, soledad y persecución, pero su vida es ejemplo de lucha, de congruencia, de lealtad y de grandeza.


A pesar de ser uno de los grandes actores de la historia del cine, el único Óscar que recibió, fue por la música de su película Candilejas. Fue Charles Chaplin un extraordinario músico, actor, director, compositor y productor. Un gigantesco pensador e ideólogo y un activista político. Un perseguido por el repugnante Edgar Hoover y el Macartismo, un exiliado y acosado que terminó por refugiarse en Suiza en donde murió.


Su música ha sido interpretada lo mismo por Celine Dion, por Michael Jackson o por las grandes orquestas del mundo, pero sus películas son vistas por miles de niños y adultos en el mundo; a los pequeños los divierte y a los grandes nos hace pensar. Su lenguaje mímico, visual, argumental y escenográfico es impactante. En una sola película de Chaplin uno ríe, llora, se enoja y se eleva. Es, digámoslo otra vez, un genio contemporáneo. Todo lo que predijo con sus críticas al mundo industrial y lucroteísta ha ocurrido, lo que señaló con apuntador ígneo respecto a las dictaduras es válido. Su llamado a la solidaridad es, hoy más que nunca, vigente y urgente. Su profesionalismo y dedicación son paradigmáticos. Demián Bichir tiene mucho que dar, pero también tiene mucho que aprender de éste y otros grandes del cine mundial. El cine es cultura y las pantallas chicas lo han redimensionado.


Chaplin nunca se acomplejó de su corta estatura como la mayoría de los chaparritos, al contrario. Se cultivó, leyó, se preparó, experimentó, se arriesgó y triunfó. Sus películas como La fiebre del oro, The Kid, Luces de la Ciudad, Tiempos Modernos -de esta cinta es la música de Smile que inmortalizara Nat King Cole- Candilejas, Un rey en Nueva York o Monsieur Verdoux, son sensacionales.


Chaplin dijo: "Mirada de cerca, la vida parece una tragedia; vista de lejos, parece una comedia. Nunca te olvides de sonreír, porque el día en que no sonrías será un día perdido. La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive cada momento, antes de que baje el telón y la obra termine sin aplausos. Hay que tener fe en uno mismo. Aún cuando estaba en el orfanato o recorría las calles buscando qué comer, me consideraba el actor más grande del mundo. La vida es maravillosa... si no se le tiene miedo. Sin haber conocido la miseria, es imposible valorar el lujo. Más que maquinaria necesitamos humanidad, y más que inteligencia, amabilidad y cortesía. Fui perseguido y desterrado, pero mi único credo político siempre fue la libertad".


Hasta después de muerto lo acicateó la vida. Unos mecánicos polacos se robaron su cadáver del cementerio suizo para chantajear a su familia. Es de película su vida. Lo mismo en lo político que en lo sentimental, en lo policíaco o en lo racial, en lo musical o en lo cinematográfico, en lo familiar o en lo estrictamente cultural y humano. La Reina le otorgó el titulo nobiliario de Sir, pero la Universidad de Oxford le dio algo más valioso, el Doctorado Honoris Causa. Pensemos y actuemos.


Charles Chaplin en Monsieur Verdoux

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