Los Miserables

Cossete, Fantine y Jean Valjean, también un poco Eponine, las víctimas; Javert,  y los Thernadier, el más acabado prototipo de los miserables. Los seres más ruines fueron concebidos por Victor Hugo. Con estos extremos de los malos más malos y los buenos que son víctimas de las más injustificables ruindades, el escritor francés nos presentó una historia moral imprescindible para ver en otros la naturaleza humana y quizá un espejo para que los lectores y espectadores no caigamos en ninguno de esos extremos. 

La Miseria de la Codicia
Desde el año de 1909 hasta el 2012, en que la obra de Broadway fue llevada al cine,  habría por lo menos 25 adaptaciones de la obra de Victor Hugo, para películas y series de televisión, quizá no todas con el nombre de Los Miserables, pero si de algunos de sus personajes más entrañables, como Gavroche, el niño insurgente. 

Los Miserables fue escrita por Victor Hugo en 1862 y es una de sus novelas más conocidas entre las 50 que figuran en su biografía, la otra, llevada al cine varias veces, inclusive en dibujos animados, sería El Jorobado de Notredame. Victor Hugo hizo una novela, pero también un tratado sobre la democracia. 

La adaptación al cine del musical de Broadway, con Hugh Jackman, Russel Crowe (¡como se parece a Ciro Gómez Leyva en más de un sentido, sobre todo por su caracterización de villano gratuito!) Anne Hathaway y sobre todo Sacha Baron Cohen y Elena Bonham Carter, tan patéticos que mueven a risa, tiene una atinadísima selección de reparto, con la curiosidad de que casi ninguno es cantante. Si lo es Amanda Seified, quien ya nos había dado pruebas de ello en Mamma Mia.  Este es un asunto notable. La profesión actoral tiene uno de los retos más grandes: ser quien no se es. Ninguno de estos histriones es cantante y sin embargo están más que soportables a lo largo de dos horas y media. La selección del reparto es uno de los mayores aciertos de esta película, por cierto, digitalizada, para darle mayor elocuencia a los escenarios parisienses de esta novela histórica.

La Miseria del Poder Absoluto. La obra de teatro no nos da pistas de porque tantas miseria gratuita. La impotencia sexual podría ser una de las claves ¿o será la represión de la homosexualidad?
Hay muchas personas que consideran ridículos los musicales. Habemos quienes pensamos que están bien para la comedia, pero no para el drama. En este caso, son tan representativos los personajes de lo peor de la miseria humana, que un poco de música no le viene mal para hacer más soportables a seres tan patéticos y despreciables.

Esta es una de las obras clásicas de Broadway, pasan las décadas y casi siempre está en la cartelera de esta calle neoyorquina.

Musicalmente es, sin embargo, una de las obras con melodías menos memorables. Casi todos podemos recordar algo de supercalifragilisticoespialidoso, el sonido de la música, Jesucristo Super Estrella, o El Fantasma de la Europa, pero difícilmente tararearemos algo de Los Miserables. Sí, es un musical para la grandielocuencia, si, cuenta con voces y contrapuntos y el canon que permite escuchar voces que se plantean y se contestan, pero de cualquier manera, más que un buen musical es una forma alterna de contar una obra clásica de la literatura francesa.

Funciona. Si es así como alguien puede acercarse a la obra de Victor Hugo, es encomiable.  Si de esta manera le quitamos espectadores a la glorificación de un asesinato cobarde - que no es otro el sentido de la película de Katherin Bigelow sobre la operación para dar muerte a Osama Bin Laden - bienvenida; pero esa es otra película y un tipo más sofisticado de miserables. 

Solo una duda, para cantar se necesita abrir bien la boca ¿entonces le sustrajeron o no los dientes a Fantine? Uno de los misterios para quien quisiera buscarlos  en la boca de Anne Hattaway

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