Guerra Mundial Z, Wold War Z

Uno de los mejores estrenos del verano de 2013, incluso por encima de Hombre de Acero y probablemente de Después de la Tierra, es Guerra Mundial Z, una película que no es necesario ver en 3 D, porque lo mejor no está en los efectos especiales sino en la trama, estupendamente construida, con investigación y suspenso que mantienen el interés permanente en los espectadores, a diferencia del Supermán de Zack Nolan en el que tanto brinco hace por perder  los momentos climáticos.

Y es que a diferencia de Supermán, Guerra Mundial Z, antes que un cómic es una novela hecha y derecha escrita por quien además es un guionista de cine, Max Brooks, heredero del talento de Mel Brooks (Los Productores, El Super Agente 86, El joven Frankenstein) y de Ann Bancroft (la guapa Mrs Robinson de (El Graduado)
Cartel promocional del libro en que se inspiró la película. Por eso se destaca a Brooks y no a Pitt

Max Brooks escribió en 2002 Zombi, Una Guía de Supervivencia, al que le ha seguido esta Guerra Mundial Z, cuyos derechos han sido adquiridos por el Plan B, de Brad Pitt,  la compañía productora que ha realizado esta película.    

Independientemente de la resurrección del género zombi que tanta fuerza ha tomado en cine y televisión, en esta segunda década del Siglo XXI, la película tiene otro interés, que es el de las pandemias, a las cuales nos hemos ido acostumbrando después de noticias como la gripe aviar.

La Organización Mundial de la Salud, una dependencia de la Organización de las Naciones Unidas ha tenido éxito en sus programas para la detección temprana  de brotes de virus como la poliomielitis y la viruela, pero los estados-nación son lentos y los epidemiólogos los han superado en agilidad  creando redes independientes en internet, para mantenerse conectados, en caso de que se descubran brotes, pues mientras más pronto se detecte su origen, más pronto se controla una pandemia.

Es esto lo interesante de Guerra Mundial Z, a diferencia del  patriotismo y patrioterismo que sustenta el argumento de Día de la Independencia, no son los estados ni agencias de gobierno como la CIA, las que van a resolver los grandes problemas de la sociedad cuando se presenten, sino precisamente las personas más destacadas de la sociedad civil.

¿Cómo resolvería Israel el problema si todos los perros y gatos atacaran a la gente por un virus de rabia, probablemente construyendo muros? ¿Como lo haría Estados Unidos? De la misma manera, solo que el contrato se lo darían a Hallyburton o algunas de esas empresas de vampiros transnacionales que se financian con el odio. ¿Y corea del Norte? Si no quisieran erradicar a la población canina y felina, lo más probable es que les arrancaran los dientes.

Bueno, es más o menos lo que plantea Guerra Mundial Z, aunque eso sí, pese al talento israelí, ninguna escena de la película está filmada en el país que se niega hasta ahora a reconocer al estado palestino. 

Entretenida, informativa, bien actuada, bien escrita, de moda y con un actor que goza de merecida fama porque además es una buena persona, Brad Pitt. Vale la pena. Le daríamos unos 93 puntos sobre 100. 

Más información y videos en http://www.guerramundialz.com.mx/


Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Quiénes son los clientes de la industria del cine?

Una Última y nos Vamos

Las películas de Juan Gabriel