Una Aventura en Globo

De 44 capítulos consta la novela de Julio Verne Cinco Semanas en Globo que fue co - adaptada por el director René Cardona junior, para una de las escasas películas de aventuras exóticas que produjo  el cine mexicano durante el Siglo XX. Casi todas ellas protagonizadas por Hugo Stiglitz, lo que se resalta por el hecho de que su nombre haya sido retomado por Tarantino para uno de los personajes de Bastardos Sin Gloria.

Una Aventura en Globo contó con la participación de Jeff Cooper, actor canadiense de escasa fama a no ser  por haber interpretado la mitad del  imaginariamente guapo Kalimán, la otra mitad fue Luis Manuel Pelayo, quien le prestó su voz, y ambos nos dejaron satisfechos a los seguidores de la historieta y la radionovela.

Complementaron el reparto Jorge Zamora, Zamorita, en lo que quizá fue el único papel protagónico de su carrera y que resultó  ideal para dar vida al personaje gracioso que fue clave en las novelas científicas y de exploración de Verne; así como Carmen Vicarte, cuya belleza solo le alcanzó para filmar tres películas, todas ellas en 1975,  dos en un personaje también salido de las historietas, Lupita, la novia de El Payo.

Fue gracias al también actor Antonio Orellana (http://escritores.cinemexicano.unam.mx/biografias/O/ORELLANA_gallego_antonio/filmografia.html) que Cinq semaines en ballon fue adaptada al cine mexicano en esta muy digna producción filmada en Kenia y en el Museo de Mineralogía de la UNAM, ubicado frente al parque de Santa María la Rivera, y que ha permanecido igual en las cuatro décadas que  siguieron a la filmación de la película, donde fue elegido como sede argumental de la Sociedad Geográfica de Londres.


Jeff Cooper con la imagen que lucía en la época de filmación de Una Aventura en Globo


Con mucho ingenio y sin los presupuestos del cine de Estados Unidos, Una Aventura en Globo, entretiene, fascina y por momentos incluso emociona, sobre todo a quienes no conocen al aventurero Ferguson directamente de la pluma de  Julio Verne.

Los paisajes originales y el vestuario superan notablemente a las escenografías empleadas en las películas de Tin Tan dos décadas antes como pretexto para desvestir a las bailarinas exóticas de la época. Carmen Vicarte también luce con poca ropa y mucho ayuda a la audiencia masculina a no querer despejar los ojos de la pantalla, independientemente de otros méritos de la cinta,. como la extraordinaria música de Raúl Lavista que hubiera merecido por mucho un disco soundtrack si México tuviera la parafernalia de las producciones gringas de la época.

Por una u otra razón (nostálgica, visual, querer conocer la obra de Julio Verne) hay motivos suficientes para pasar un buen rato presenciando esta película mexicana que seguramente podrá encontrar en cualquier momento en la programación de los canales especializados de cable.

Zamorita dice la última línea al responder porque quiere regresar al Africa para volver por el oro del que tuvieron que prescindir arrojando lastre del globo. Ya le concedieron una medalla de bronce por las contribuciones de su personaje,  Joe,  a la exploración geográfica, pero ahora quiere tener un criado blanco.




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