Machete


Ramsés Ancira

Si usted no ha visto Machete porque detesta el cine violento y sanguinolento, como ocurre con el estilo del cómic llevado al cine, respetamos su decisión, pero déjeme advertirle que al mismo tiempo se pierde de una pequeña  obra maestra de un género aún sin clasificar del todo al que podríamos llamar, migrante o de fronteras.

Hay un elenco de estrellas latinoamericanas que representan a nuestra comunidad en forma notable, pero antes de mencionarlas hay que destacar a Robert de Niro, porque quizá ninguno arriesgue tanto como él, al protagonizar a un corrupto legislador republicano en proceso de reelección y dispuesto a todo lo que sea necesario para recibir financiamiento para su campaña, venga de donde venga. Una elección obvia es... de los narcotraficantes fronterizos.

Y es que  grandes periodistas, ganadores de premios Pulitzer, han hablado del involucramiento de políticos mexicanos en el narcotráfico, -- el asesinato de Luis Donaldo Colosio en Tijuana, tiene a los responsables del trasiego fronterizo como principales sospechosos--  pero de los "muros inteligentes", esos que se construyen con el patrocinio de políticos texanos para detener a los trabajadores, dejando pasar armas en un sentido y drogas en otro, de eso casi, por no decir nunca, tratan los periodistas en ningún lado de la frontera. No importa, con un recurso mucho más eficaz y convincente, lo hace Robert Rodríguez en Machete.

En la vida real la actriz Sofía Vergara y un grupo de  importantes creativos hispanos en Estados Unidos han fundado la organización Latin World Entertainment, mejor conocida como Latin WE, o nosotros latinos. En Machete, Robert Rodríguez plantea en la ficción una idea revolucionaria, una red de resistencia latina para defenderse de los Minutemen, este sí , un grupo completamente verídico de civiles armados que disparan a mujeres y niños desarmados, incluso cuando estos se encuentran en territorio mexicano,  sin intención alguna de cruzar la frontera.

Danny Trejo interpreta a  un personaje tan superdotado como Rambo; pero fuera de esa frialdad que también caracteriza a James Bond (capaz de ver morir a un compañero de trabajo sin aparentemente sentir culpa o remordimiento) Machete es un policía mexicano que no nos parece imposible que existiera, un hombre que no se ha dejado corromper ni por la Policía Federal, ni por la DEA, ni por la CIA, instituciones que como es públicamente conocido, por razones de justicia o no, se toman atribuciones, para infringir las leyes federales e internacionales,  con el argumento de que así pueden capturar a capos.

No hace falta comprobar esto a ningún lector que tenga en la mente operativos como Rápido y Furioso, que permitieron introducir armas a México, de las que se perdió el control y de las que alguna fue utilizada para asesinar en México a algún policía federal de los Estados Unidos. (http://eleconomista.com.mx/internacional/2011/07/26/rapido-furioso-plan-que-resulto-fatal)

Pero esta vez, en la ficción de Robert Rodríguez, Danny Trejo hace un personaje "estúpido", tanto que ve morir a su esposa y a su pareja de trabajo por querer llevar una misión hasta las últimas consecuencias. Es estúpido pero no tan corrupto ni tan inocente como es el caso de sus homólogos en Estados Unidos, al menos como los presentan en esta película.

Jessica Alba interpreta a Sartana, una latina que desempeña diversos oficios generalmente relacionados con sacar la basura y que quiere convertirse en un símbolo de eficiencia investigando una red de resistencia ahora que ha logrado trabajo como policía de migración.

Robert Rodríguez nos hace saber que no hay nadie en que se pueda confiar, ni en la DEA, ni en los políticos, ni en los gobernadores de ninguno de los dos países porque todos tienen intereses comunes: el más común de todos contar con políticos bien colocados para poder controlar el negocio del narcotráfico. Pero hace una excepción, Robert Rodríguez confía en los periodistas y su personaje, Sartana va a tomar la única decisión que puede salvarlos a todos al darle a conocer las pruebas a un medio de comunicación y no a sus jefes.

En este cómic filmado, Machete va a crecer, a tal grado que en algún momento la vida del presidente de Estados Unidos, (en manos de políticos corruptos como se puede apreciar en House of Cards esta, una serie producida por Netflix) no va a depender ni de la CIA, ni del FBI, ni de ninguna otra agencia de seguridad, sino de este controvertido policía mexicano.

La batalla casi final entre los minutemen y la resistencia mexicana, muy parecida al grupo de Bastardos sin Gloria creado por Tarantino, va a darnos a muchos espectadores la emoción de recordar que el cine sería   muchas veces mejor que la vida, si no fuera porque el Cine ya es es Parte de la Vida y nos permite ser protagonistas de un mundo mucho mejor. En este caso, de un mundo en que los latinos somos irremediablemente feos, pero buenos, con mujeres buenas, guerreras y en todos los sentidos, buenísimas.


Los fotogramas que acompañan esta reseña corresponden al trabajo para Machete del cinematógrafo Jimmy Lindsey, para las siguientes compañías productoras: 
Overnight Films
Troublemaker Studios
Dune Entertainment III
Dune Entertainment


Seguro que a muchos fundamentalistas no les va a gustar una película que como esta, presenta a los mexicanos como más fuertes, más inteligentes y más humanos que a los sajones, pero para ellos tenemos un consuelo, la solidaridad de estrellas  como Robert de Niro, Lindsay Lohan y Steven Seagal, además de una frase incontrovertible. Nosotros no cruzamos la frontera, fue la frontera la que nos cruzó a nosotros 

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