Watchmen, Los Vigilantes


Ramsés Ancira

Para impulsar las ventas del video Watchmen, se dice de Zack Snyder que es el visionario director de 300. Lo cierto es que la primera aquí mencionada, filmada en 2009, es mucho mejor que la segunda, datada en 2006. Como sea el director es famoso por sus adaptaciones de novelas gráficas al cine y en su registro figuran también Sucker Punch y Superman, el Hombre de Acero. Ninguna tan buena para nuestro gusto, como la que le da título a esta reseña.

En abril de 2014, cuando son escritas estas líneas, no creeemos que haya ninguna novela gráfica tan perfectamente llevada al cine como esta de Watchmen, y aunque hace referencia también a uno de los más repugnantes grupos sobre la faz de la tierra, los Minutemen que se dedican a disparar sobre migrantes que cruzan la frontera, algunos de estos antihéroes también son facistas, pero matan vietnamitas, al servicio de Kissinger y Nixon.

Para quienes no somos conocedores de la novela gráfica de DC Comics, la forma en que van siendo presentados los "vigilantes" o nos aburre o nos intriga de tal manera que no nos dejará desprender la vista de la pantalla durante las casi tres horas que dura la película.

Pero hay una razón especial para nuestra generación, la presencia de Carla Gugino, a quienes muchos no habíamos visto desde Los Años Maravillosos, la serie de televisión con la que seguramente muchos decidieron su preferencia heterosexual atrapados por la seda de su cabellera.

Carla Gugino, ahora con el peso y edad reglamentaria, nos puede volver a activar las hormonas con ese vestido de heroína y esa historia donde no falta el triángulo amoroso.


Watchmen ocurre en un alternativo 1985 e imagina lo que hubiera pasado si Estados Unidos le hubiera ganado la guerra a Vietnam. Simplemente el poder de los yanquis se hubiera vuelto tan grande que habrían acabado con la raza humana, hinchados de su soberbia.

Entonces el doctor Manhatan, Rorshach, El Comediante, Halcón Nocturno, Espectro de Seda y Osimandias se ven envueltos en una trama en el que unos juegan el papel de fascistas y otros de antihéroes porque la única forma de acabar en ese mundo ficticio contra los hombres que en la vida real asesinaron a Salvador Allende, es que bombas nucleares destruyan parte de los Estados Unidos.

¿Le parece ya bastante compleja y digna de llamar su atención? o más bien tan complicada que ya decidió que no resistirá esas tres horas. Si se encuentra en el primer grupo, a verla sin falta ya sea que la consiga en DVD, Blue Ray o en su suscripción a Netflix



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