Se pasan de ver...des
Diario de un reportero
Ramsés Ancira
A lo que ellos hacen no se
atreven ni las compañías de teléfonos celulares, ni los bancos, ni las mayores
tiendas departamentales. Y sí, se entiende que el cine ya no puede subsistir
sólo con los boletos que se venden en taquilla, muchos de los cuales son
cortesía del gobierno del Distrito Federal en el programa Capital Social.
Incluso grandes producciones como la versión negra de Anita la Huerfanita solo se entienden con el patrocinio de la
Ciudad de Nueva York; pero la propaganda prohibida del Partido Verde rebasa
todas las normas del civismo, la ética y la decencia.
Cuando se apagan las luces de los
cines viene una primera tanda de anuncios, actualmente están de moda los de los
“amarguetics” y los de autos parlantes con GPS. Generalmente son anuncios que
hablan sobre el optimismo, sobre una vida mejor y cumplen con lo que Emilio
García Riera decía del cine “es mejor que la vida”
Entonces viene la telenovela del
Partido Verde, no importa que se trate de Bob
Esponja, Anita la Huérfanita o En El Bosque. No les importa la
audiencia infantil. Trauman a la gente con una historia de secuestros y cadenas
perpetuas. Dicen que querían la pena de muerte pero que los otros partidos no
los dejaron. Goebels el propagandista de Hitler que durante un año usó este
tipo de mensajes para preparar la invasión de Polonia y empezar la masacre de
seis millones de homosexuales, judíos, comunistas y gitanos, no podría estar
más orgulloso de estos mensajes.
Gracias a el Partido Verde el cine ya no es mejor que la vida, como proponía García Riera |
Luego vienen los avances de las
películas a estrenar pronto, uno de ellos es el de Selma, la vida de Martin Luther King, nominado al Oscar junto con
una canción que habla de Gloria.
Las luces de cortesía terminan
por apagarse y es entonces cuando vemos imágenes pirata, seguramente no
filmadas en México, de elefantes a los que golpean las patas con una barra de
acero o delfines lacerados. No hay forma de evadirlos, no puedes llegar al cine
justo antes de la película, pues justamente antes de esta se proyecta en posición
fija su sangrienta imagen “a favor de la ecología”.
Ya el Instituto Nacional
Electoral los prohibió, ya son cientos de funciones en que el público silba,
grita o protesta cuando los proyectan, pero nada ocurre. Se trata del partido
del cinismo a toda prueba, del poder de la telebancada que es más fuerte que el
de la ética, el del estado, el de Lorenzo Córdoba, el del sentido común, el de
la indigencia, el de la lástima que causan las personas que piden dinero en el
metro luciendo una bolsa de orines porque no tienen riñones, que el terror de
los jóvenes que se acuestan en vidrios en los vagones, que las desapariciones
forzadas en Cocula, de todo ese mundo que para el Partido Verde no existe, no
le es urgente, no les interesa.
Septiembre de 1997
Me encuentro en San Lázaro, en la
Cámara de Diputados esperando que Jorge Emilio Gonzáles Torres, ya conocido
como el “niño verde” atienda la entrevista previamente concertada.
Lo entretiene un arquitecto que
le muestra unos planos
¿Se tratará acaso del biodiesel que
impulsará los autos del futuro? ¿Serán los planos de una nueva línea de energía propulsada por el
viento? ¿O quizá un proyecto para becar a estudiantes del Instituto Politécnico
Nacional y premiarlos por sus tesis en energía autosustentable?
Podría ser. Después de todo se
trata de un hombre joven, nuevo en la política y debe tener las mejores
intenciones.
Me invita a acercarme. No. Son
los planos de su nueva casa, enorme. Apenas tiene dos días como diputado
federal pero eso no importa porque antes ya fue asambleísta y ha calculado que
con los tres años que tiene por delante le será suficiente para construir su primera
mansión.
No calculó mal, para 2015 suma ya
18 años viviendo del presupuesto público. Suficientes para haber comprado ya
varias casas y departamentos como ese del que cayó Galinka Chankova, de 25 años
de edad, el 22 de abril de 2011. Era un piso 19 del edificio Emerald. Lidia
Cacho aseguró que el departamento era de González Torres. Él lo negó. La investigación
no prosperó.
En el Instituto Electoral del
Distrito Federal han iniciado procedimientos para estudiar la legalidad de la
alianza del PRI con el Verde en las elecciones de mediados del 2015
Si la política es la guerra por
otros medios, al Partido Verde Ecologista de México le hace falta pasar por el
equivalente de los juicios de Nuremberg. Cualquier comunicólogo podrá encontrar
enormes semejanzas entre su propaganda y
la del Partido Nazi en 1938.
Si nunca llega ese juicio, los
cinéfilos ya hicimos el nuestro, estos “ecologistas” se están pasando de verdes…y
la PROFECO, el INE y otras autoridades encargadas de aplicar la ley, también.
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