Adiós al lenguaje, Adieu au langage

Ramsés Ancira 
Excesivamente experimental. No llega a ninguna parte. 

De las 30 de 58 muestras internacionales de cine a las que he podido acudir en México, esta es una de las tres veces que más me he aburrido. Las dos anteriores, puedo recordarlo, fueron con La Bella Latosa (La belle noiseuse 1991) y antes con la película mexicana El Diablo y la Dama (1984). Hay alguna otra, coreana, pero ahora no recuerdo el título. 

 Filmada y grabada con diversos tipos de cámara, con tres personajes, una mujer infiel, un tipo que caga con la puerta abierta y un perro. 

En tercera dimensión visualizar una disolvencia es doloroso para la vista. Con cortes arbitrarios de música clásica, frases de autores clásicos y una representación de Lord Byron y Mary Shelley en la época que escribió Frankenstein. Si está reseña le parece caótica, la película lo es más. 

Es la primera vez que en una Muestra me entregan unos anteojos para ver en tercera dimensión. Tuve la mala fortuna de sentarme en una orilla, donde no se apagan las luces para poder ver las escaleras. Más tormento para los ojos para poder definir las imágenes en tercera dimensión. Las imágenes pasan muy rápido. Mucho trabajo de edición. Si el espectador no tomó un express doble puede que se pierda cosas entre cabezazo y cabezazo. Una referencia que tal vez se vuelva obligada para los "esnobs" y profesionales de la producción audiovisual. 

Si le gustan las mujeres...ni la encuerada es suficiente para justificar los 80 minutos

Si no entiende el francés, el subtitulaje es deficiente y entenderá aun menos lo que quiso
decir Godard

Público en general evítese el tormento

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