The Gunman. En la Mira


Ramsés Ancira
 
Sean Penn ha estado unido a algunas de las estrellas más atractivas del cine de Hollywood: Madonna, Robin Wright y Charlize Theron, entre ellas; es descendiente de judío y católica y quizá esto sea una razón por la que es libre pensador y uno de los activistas políticos más queridos en la industria. Las pruebas de que es buen actor están en los óscares por Milk y Mystic River, además de candidaturas al Globo de Oro por Yo soy Sam. En la película que reseñamos esta vez se quita la ropa y nos demuestra que, además, cuida su fisonomía y  a los 54 años de edad es perfectamente capaz de interpretar a un héroe de acción, tan creíble como cualquier James Bond.
 
 
Barcelona es una ciudad en la que están prohibidas las corridas de toros, pero estas son parte relevante y muy justificada de la trama internacional de La Position du tireur couché (La posición del pistolero propenso) novela francesa  de Jean Patrick Manchette que en esta adaptación tiene excelentes actuaciones de Penn y del español Javier Bardem (Los lunes al sol, Jamón, Jamón Skyfall,  Sin lugar para los débiles, Carne trémula, Biutiful) quien, como decimos en México me cae a toda madre por su posición valiente ante la masacre de Israel en Gaza.
 
La novela de Manchette fue escrita a mediados de la década de los ochenta, justo cuando la CIA vendía alegremente drogas importadas de Irán,  en los barrios negros de Estados Unidos, para financiar a la contrarrevolución en Nicaragua.
 
En la Mira, hay otra Compañía ¿o será la misma CIA? que alienta revoluciones en África para sacar prácticamente gratis los insumos que producen compañías mineras transnacionales, las cuáles acaban convirtiéndose en corporativos con su propia división de mercenarios pistoleros (para más información de lo que ocurre, no en las películas sino en la vida real, consulte Blackwater). Al mismo tiempo organizaciones no gubernamentales hacen campañas de vacunación y extracción de agua potable.
 
Sería muy normal que dos extranjeros occidentales en un país exótico se enamoren, pero cuando uno trabaja de pistolero, y otro en la defensa de derechos humanos básicos la situación se complica. Así ocurre en el planteamiento de En la Mira para dar pie a una vertiginosa película de acción y suspenso, con magníficos paisajes y un trasfondo político muy creíble.
 
Sean Penn, quien renunció a un trabajo periodístico porque su medio perdía toda objetividad al llamar dictador a Hugo Chávez, a pesar de haber sido democráticamente electo en las urnas y Javier Bardem, quien fue de los pocos en alzar la voz cuando Israel intentó una vez más el genocidio, merecen que paguemos un boleto para ver esta película, que además está excelentemente dirigida por Pierre Morel, a quien usted recordará por películas de acción como El TransportadorBúsqueda Implacable  y de arte como Antes del Atardecer, que por cierto está entre las 250 mejores películas de la historia según los usuarios de Internet Movies Database 

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